Reducción consumo eléctrico

  • Uso del aire acondicionado solo durante las horas de jornada laboral. Siempre que sea posible, realizar la ventilación natural de las instalaciones, evitando la luz directa del sol.
  • Ajustar la iluminación al trabajo a realizar y apagar las luces cuando no sean necesarias.
  • Ajustar los niveles de climatización según la actividad y el clima, ajustando las temperaturas a:
    • Invierno: 20-23 ºC
    • Verano: 23-25 ºC
  • Cerrar las ventanas cuando la calefacción o el aire acondicionado estén en funcionamiento. Apagar el sistema de climatización de las salas que no se utilicen.
  • Revisar regularmente los aparatos de aire acondicionado, realizando la limpieza de los filtros.
  • Cerrar bien las puertas de refrigeradores, estufas y hornos, no abrirlas innecesariamente y no poner productos aún calientes en la nevera.
  • Configurar el protector de pantalla en modo "Pantalla en negro" para ahorrar energía.
  • Desconectar los aparatos electrónicos que no se estén utilizando.
  • Utilizar el modo de espera para breves periodos de inactividad. El modo de espera apaga la pantalla, la operación de la unidad de disco duro y apaga otros dispositivos internos para que la computadora consuma menos batería.
  • Apagar los equipos informáticos en períodos de inactividad prolongados.
  • Aprovechar al máximo la luz natural, mediante la limpieza de ventanas frecuente y eficiente.
  • Eliminar los obstáculos que impidan la entrada de luz o generen sombras. Comprobar el funcionamiento de persianas y la orientación de aulas y puestos de trabajo pensando en la repercusión en el confort.
  • Apagar las luces cuando no sean necesarias, concienciar al personal y usuarios para que apaguen las luces innecesarias.
  • No apagar y encender los tubos fluorescentes con frecuencia, ya que el mayor consumo se realiza en el encendido.
  • No poner cosas muy calientes en la nevera porque se obliga al motor a trabajar más.
  • Limpiar regularmente las neveras para evitar capas de hielo que disminuyen la eficacia y aumentan el consumo.
Ajusta la iluminación al trabajo a realizar.
Realiza mantenimiento adecuado para evitar pérdidas de luz.
Apaga las luces cuando no sean necesarias.

Ahorro consumo agua

  • Evitar el mal uso y el desperdicio.
  • Establecer, en la medida de lo posible, un programa de mantenimiento e inspecciones para garantizar la detección y reparación de fugas de los aparatos, revisión del funcionamiento de los elementos que permiten ahorrar agua, revisión del aislamiento de las cañerías de agua caliente.
  • Nunca dejar los grifos abiertos. Se debe avisar cuando haya algún grifo con pérdidas.
  • Instalar reductores de caudal en los grifos (servicios, cocinas y duchas). Son dispositivos que se pueden incorporar a las cañerías para evitar que el consumo de agua exceda un consumo fijado.
  • Instalar grifos con temporizador donde no los haya, o sistemas de detección de presencia, para que no haya posibilidad de que queden abiertos.
  • Poner difusores y limitadores de presión en grifos.
  • Limitar la capacidad de las cisternas manteniendo la capacidad limpiadora con un ahorro de agua (descarga de 2 tiempos, bajo consumo, bajar la boya, introducir botellas con agua o arena...).
  • Disminuir el consumo de agua en las torres de refrigeración con un programa de funcionamiento y de mantenimiento adecuados (controles del pH, alcalinidad, conductividad, dureza, algas, concentraciones en productos desinfectantes e inhibidores de la corrosión y precipitación).
  • Desincrustar las aguas duras para mantener la instalación saneada.
  • Asegurarse de que la cantidad de agua utilizada en la limpieza sea la imprescindible.
  • Lavar los vehículos con menor frecuencia o/y utilizar lavaderos que reciclen el agua.
  • Evitar arrojar por el desagüe restos de pinturas, barnices, disolvente u aceites ya que dificultan la depuración de las aguas.
  • En caso de tener zonas verdes en la empresa, establecer los riegos en horas de baja insolación para reducir pérdidas por evaporación y disponer o instalar sistemas de riego eficientes (goteo y/o microaspersión).
Instala en la medida de lo posible, elementos ahorradores de agua.
En todas las actividades, evita el desperdicio y el mal uso del agua.

Reducción consumo combustible

Revisión vehículos

  • Revisar periódicamente el nivel de aceite del coche, así se obtendrá más rendimiento del vehículo y se reducirán las emisiones de CO2.
  • Revisar la presión de los neumáticos. Los neumáticos con una presión inferior a la adecuada pueden aumentar el consumo de combustible hasta un 4%.

Uso del vehículo

  • Quitar peso innecesario del maletero o de los asientos traseros. Cuanto más cargado vaya el coche, más tendrá que trabajar el motor y más combustible consumirá.
  • Evitar sobrecargar al camión de peso e intentar distribuir la carga uniformemente para buscar la eficiencia del mismo.
  • Cerrar las ventanillas, especialmente cuando se circula a alta velocidad, y quitar el portaequipajes cuando esté vacío. Así se reduce la resistencia al aire y se puede disminuir el consumo de combustible y las emisiones de CO2 hasta un 10%.
  • Utilizar el aire acondicionado solo cuando sea necesario. El uso excesivo aumenta el consumo de combustible y las emisiones de CO2 hasta un 5%.

Medidas en la conducción

  • Iniciar la marcha solo arrancar el motor y apagar cuando esté detenido durante más de un minuto.
  • Conducir a velocidades razonables y a velocidad uniforme, evitar acelerones y aprovechar la inercia.
  • Subir de marcha lo más pronto posible. Pensar en la posibilidad de compartir el vehículo para ir al trabajo o en su tiempo libre.
  • Un correcto uso del cambio de marchas nos puede generar ahorros en el consumo. La primera marcha se debe utilizar solo para la arrancada y cambiar de marcha cuando el vehículo alcance un máximo de 2000 - 2.500 revoluciones. Cuanto más alta sea la marcha que utilicemos, más ahorraremos en combustible.
  • Mantener siempre una distancia razonable respecto a otros vehículos para disponer de un amplio campo visual sobre la circulación y así evitar frenadas y aceleraciones innecesarias.
¡Conduce de manera eficiente!
Ahorra gasolina, reduce la contaminación y alegra tu bolsillo.

Reducción consumo de papel

  • Las reglas de oro medioambientales:
    • Reducir
    • Reciclar
    • Reutilizar
  • El principal daño ambiental producido por el uso desmesurado de papel es la deforestación.
  • Evitar el uso del papel siempre que sea posible. Se pueden guardar los documentos en formato digital y compartir mediante correos electrónicos. Utilizar medios de comunicación electrónicos en la medida de lo posible, para reducir el uso de impresoras.
  • Utilizar papel reciclado o con certificaciones de gestión responsable como FSC.
  • Evitar imprimir documentos innecesarios, así como aquellos que tienen muchos espacios en blanco, como presentaciones de PowerPoint.
  • Antes de imprimir, comprobar los posibles errores y mejoras del documento, utilizando, por ejemplo, la "vista previa".
  • Utilizar el papel por ambas caras en la fotocopia e impresión de documentos.
  • Todos los documentos internos se imprimirán reutilizando papel o bien, utilizando papel reciclado y a doble cara.
  • Reutilizar todo el papel que haya sido impreso solo por una cara para imprimir borradores.
  • Imprimir en calidad de borrador para evitar el desperdicio de tinta y facilitar la reutilización.
  • Reciclar el papel inservible, utilizando los contenedores específicos para ello.
  • A la hora de imprimir, utilizar tipos de letras ecológicas como la Ecofont, que hace que las letras contengan menos cantidad de tinta.
Para la fabricación de una tonelada de papel a partir de celulosa virgen, se necesitan 2400 kg de madera, 15-40 mil litros de agua y 7600 kW/h de energía, y la emisión de 1500 kg de contaminantes químicos en ríos y lagunas.

Clasificación de residuos

Residuos peligrosos

  • Los residuos peligrosos están identificados en la empresa con la etiqueta correspondiente que indica la fecha de envasado o de primer depósito.
  • Los pictogramas de peligro tienen fondo blanco y borde rojo, como en los siguientes ejemplos:
  • Estos residuos no pueden almacenarse por un período superior a 6 meses.

Los residuos peligrosos son:

  • Envases plásticos o metálicos contaminados
  • Fluorescentes
  • Residuos electrónicos
  • Pesticidas
  • Absorbentes, materiales de filtración, trapos de limpieza y ropa protectora contaminados por sustancias peligrosas
  • Sepiolita o trapos absorbentes
  • Baterías y acumuladores

Residuos no peligrosos

Estos residuos deben ser segregados en los contenedores correspondientes de:

  • Papel y cartón
  • Plástico
  • Banal (Residuos municipales, que no van a papel, plástico o orgánico)
  • Orgánico
  • Residuos de poda

Cambio climático

Sé inteligente con el uso de la energía

La mayoría de la energía que utilizas en casa proviene de la calefacción, el aire acondicionado y el uso de electrodomésticos. Sustituye las bombillas convencionales por bombillas de bajo consumo. Los aparatos eléctricos y electrónicos que son eficientes energéticamente normalmente utilizan entre un 10-50 % menos de energía que los modelos regulares. Utiliza al máximo la luz del día como iluminación. Utiliza la lavadora y el lavavajillas cuando estén llenos.

Controla los consumos fantasma

Conecta algunos equipos (televisor, cadena musical, vídeo, DVD, ...) a "ladrones" o bases de conexión múltiple tipo regleta con interruptor. Al desconectar el ladrón o la regleta, apagas todos los aparatos conectados a él y además de ahorrar dinero en la factura de la luz, dejarás de emitir gases que provocan el efecto invernadero. Algunas estimaciones indican que el consumo fantasma supone alrededor del 10% del consumo de electricidad en un hogar.

Con los residuos: reduce, reutiliza, recicla

Piensa si puedes comprar los mismos productos con menos o ningún embalaje. ¿Cuántas cosas tienes en casa que nunca utilizas? ¿Algunos objetos se pueden reutilizar para otros usos? Separa el vidrio, el papel, los envases y los compuestos orgánicos para depositar cada uno en su contenedor correspondiente.

Infórmate sobre el lugar donde depositar residuos, como muebles, electrodomésticos, pilas, aceite, ropa y zapatos, juguetes... que no pueden ser tirados en contenedores convencionales. Cada residuo tiene su contenedor.

Piensa y compra en verde

Compra productos que tengan etiqueta ecológica, que garantiza que han sido elaborados causando un mínimo impacto en el medio ambiente. No dejes que la publicidad influya en ti para comprar cosas que realmente no necesitas. A la hora de comprar, reutiliza las bolsas de plástico que haya en casa o utiliza una bolsa reutilizable de tela, lino, rafia... Elige los productos a granel en lugar de bandejas de poliestireno expandido (PS) ya preparadas, con mucho embalaje y poco contenido.

Utiliza transporte sostenible

Desplázate a pie o coge la bicicleta para ir al parque, al trabajo o hacia la casa de tus amigos o familia. Utiliza el transporte público, que además se consigue reducir la contaminación del aire que respiramos. Recuerda que el uso excesivo del coche, incluso para desplazamientos cortos, es el mayor responsable de las emisiones de CO2 a la atmósfera. El coche privado representa la mitad de la energía consumida por las familias.

Cuida el agua que consumes

Vigila que los grifos estén en perfecto estado y que no goteen. Pon en los grifos atomizadores que disminuyan el caudal de agua y ayuden a economizarla. Tomar una ducha supone utilizar un tercio o más del agua necesaria para un baño. No arrojes al desagüe aceites de freidoras, restos de pinturas, etc., ya que son muy tóxicos. Infórmate y llévalos a un punto limpio.

Planta y cuida un árbol

Los árboles ayudan a frenar el cambio climático ya que absorben el dióxido de carbono durante la fotosíntesis. Los árboles también proporcionan sombra, lo que ayuda a mantener las calles y las casas más frescas durante el verano y reduce la necesidad de aire acondicionado. Planta un árbol autóctono, adaptado al clima mediterráneo. Si eliges un árbol frutal también podrás cosechar sus frutos.

Actúa por los ecosistemas

Los cambios en el clima afectarán la forma en que funcionan los ecosistemas y los cambios en los ecosistemas afectarán a las personas. Esto sucede porque los ecosistemas nos proporcionan muchos servicios como aire y agua limpia, alimentos y medicinas. Aprende cómo puedes apoyar la protección de los hábitats naturales alrededor del lugar donde vives, cómo serán afectados por el cambio climático y qué se puede hacer para protegerlos.

Atención a la procedencia de tus alimentos

La compra de alimentos es otra de las actividades que derivan en emisiones de CO2. Se debe prestar atención a la procedencia de los alimentos y a los procesos de transformación que padecen, ya que en los últimos tiempos han proliferado los platos elaborados frente a los alimentos para la comida tradicional. Compra alimentos locales, de esta manera se reducirá el gasto de combustibles destinado al transporte y disminuirán las emisiones. Compra productos cultivados y producidos localmente. Esto puede ahorrar combustible y, por lo tanto, gases de efecto invernadero. Elige una dieta saludable y sostenible.